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Pepe Extremadura cantando junto a la escultura, que ya tiene las pequeñas figuras de aves. :: l. cordero
En el homenaje a Gabriel y Galán se reivindica la Guadalupe extremeña

En el homenaje a Gabriel y Galán se reivindica la Guadalupe extremeña

El Ayuntamiento ha vuelto a colocar en la estatua, inaugurada en 1926, las cuatro figuras de aves que habían sido robadas

SERGIO LORENZO

Sábado, 7 de enero 2017, 08:21

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En una mañana fría, con sol y con niebla, ayer se siguió cumpliendo una de las tradiciones culturales con más solera de Extremadura: el homenaje de los poetas a José María Gabriel y Galán el día de su muerte, el 6 de enero. Como en otros años, desde niños a ancianos acudieron al paseo de Cánovas de Cáceres para leer poemas junto a la estatua del poeta, que se inauguró el 6 de enero de 1926.

Una de las poesías que más gustó a las personas que acudieron al acto fue la leída por una joven de 13 años dedicada a su abuelo. La poesía es de Natalia Enríquez Mirat, alumna del Colegio La Asunción de Cáceres: «Mi héroe no usaba capa, sino bastón/ y su único poder era su gran corazón./ Lo admiré, lo admiro y lo admiraré,/ porque con una sonrisa/ me hacía pensar/ que todos mis sueños se harían realidad./ Y con sólo una mirada/ sabía decirme que me quería./ Y me prometía, que ahí siempre él estaría./ Pero todos esos recuerdos/ se ven borrosos y muy lejos ya./ Y todo por culpa de esa maldita enfermedad./ ¡Qué enfermedad el alzheimer ! ¿Qué enfermedad tan fatal!/ Que te lleva hasta el olvido/ cuando no quieres olvidar./ Pero has de saber/ que nunca morirás del todo/ ya que tu recuerdo permanecerá,/ porque alguien como tú es imposible de olvidar».

Su autora es una de las ganadoras del XVIII Concurso de Poesía Escolares en el Paseo de Cánovas. Premio al que se presentaron 3.893 poemas. Otros ganadores fueron: María Victoria Cancho Bejarano, alumna del colegio Nazaret de Cáceres de 13 años, que hizo un poema sobre los refugiados; otra es Carla Durán Moreno, de 11 años, y del colegio León Leal de Cáceres; Samuel Lobato Corraliza, de 11 años, del Colegio La Asunción de Cáceres; Ioane Maynar Basto, de 14 años y también del colegio La Asunción; y Judit Valverde Vallejo, del colegio de Valdesalor 'Nuestra señora del Salor'.

Fueron premiados por su caligrafía y presentación los niños de 11 años: Alejandro Marina Parra, del Colegio La Asunción; Marta López Castaño, del colegio Francisco Pizarro; y Pedro Díaz Barrantes, del Colegio León Leal Ramos de Casar de Cáceres. El premio a la creatividad infantil, por un dibujo y poema, fue para Adriana Díaz Mendo, de 7 años, del Colegio León Leal Ramos del Casar de Cáceres.

En la categoría de discapacitados se premió a los siguientes alumnos del Centro Proa de Cáceres: Sara Maseda Merino, Iosune García Gutiérrez, Zuhaitz Hernández, David Tomás, Aaron Sánchez, Adrián Úbeda, Juan Reyes y Javier Lancho.

En el acto se dio a conocer que el premio Valores Extremeños se entregaba al programa de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados de Granadilla.

Contando con la colaboración de la Concejalía de Cultural, en el acto leyeron sus poemas, entre otros: Antonio Siendones, José Cantero, Franquete, Reme García, José María Criado, Ángel Martín Sánchez, Cruz Díaz, Ramona Sánchez, Rosa Perona Timón y Marisol Valle. También se recordó a un asiduo, a Benito García Martínez, que falleció el pasado 17 de octubre con 92 años.

Una intervención especial fue la de Pepe Extremadura, que además de cantar El Embargo de Gabriel y Galán, como otros años, presentó como novedad una canción cuya letra es suya y la música es de Luis Cobos, en la que reivindica que Guadalupe pertenezca a una diócesis de Extremadura, y que deje de ser de la archidiócesis de Toledo, algo que el cantante extremeño califica como un sinsentido.

El homenaje, que fue dirigido por Matías Simón con la colaboración de Joaquín García Plata, contó con la presencia de la alcaldesa, Elena Nevado, y el concejal de Cultura, Laureano León, quienes cumplieron la promesa que realizaron en este lugar el año pasado, cuando dijeron que los talleres de la Universidad Popular repondrían en la casi centenaria escultura las cuatro figuras de aves que habían sido robadas. Ayer ya estaban en las esquinas de la base del monumento hecho por Enrique Pérez Comendador (1900-1981), las cuatro aves: Una alondra, un búho, una perdiz y un mochuelo.

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