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Lunes, 20 de febrero 2017, 23:48
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El crimen del Perú recuerda a otros dos casos recientes en los que los padres han muerto violentamente a manos de sus hijos. El 14 de febrero de 2011, el empresario de Logrosán Alfonso Triguero falleció en su dormitorio, tras dispararle su hijo José Carlos cuando estaba durmiendo. Igual que Ángel Cortés, murió de un disparo de escopeta de caza, hiriéndole en un costado. El joven de Logrosán está cumpliendo una condena de 17 años y medio de prisión.
A las seis de la mañana del 17 de marzo de 2013, en el Residencial Gredos, Juan Carlos Barra, también de 38 años, asesinó a su padre y a su madre, con quienes había vuelto a vivir. Cogió la escopeta de caza del padre y le disparó en el estómago cuando estaba en la cama leyendo, luego fue al dormitorio de la madre y la mató de un disparo en la cabeza. Está cumpliendo una condena de 38 años de cárcel.
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