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Kevin celebra uno de sus dos tantos de ayer al Azuaga. :: J. REY
Sufrimiento y recompensa verde
tercera

Sufrimiento y recompensa verde

La apurada victoria en casa frente al Azuaga y el empate del Badajoz en Navalmoral hacen al Cacereño más líder

J. CEPEDA

Lunes, 20 de febrero 2017, 08:18

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Como si del más estricto protocolo se tratase, prácticamente no hay jornada en el Príncipe Felipe en la que el Cacereño no sufra. Eso sí, el verdiblanco quizás sea el equipo de la Tercera extremeña que mejor sabe traducir ese sufrimiento, que ya le es intrínseco, en buenas noticias. Ayer las hubo para los de Adolfo Muñoz, y por fascículos. Primero, con el apurado triunfo de sus hombres ante un Azuaga contestatario y que bien pudo haber merecido algo más en el estadio de la carretera de Salamanca. Luego, con el empate del Badajoz en Navalmoral de la Mata ante el Moralo. Un resultado que hace al Cacereño más líder, con cinco puntos de ventaja respecto a su inmediato perseguidor y además con el golaverage particular a favor.

En su reestreno en el liderato, el Cacereño salió ayer al terreno de juego con un punto extra de motivación y con al afán de morder lo antes posible. No tardó en hacerlo gracias a un Kevin en estado de gracia tras su regreso a los terrenos de juego. El punta argentino supo finalizar con acierto dentro del área, y tras un primer rechace, un acercamiento del Cacereño por el perfil izquierdo en el que la zaga arsense no estuvo todo lo afortunada que le hubiese gustado al técnico Antonio Jesús Cobos.

Con actuación estelar de hombres como Asiel, y lejos de calmar su ímpetu, el equipo local continuó a renglón seguido adueñándose del juego, con constantes anticipaciones en los balones divididos y acercamientos de cierta envergadura. Mientras, el meta Camacho no tuvo noticias del Azuaga hasta el minuto 25, cuando tuvo que despejar con los puños un córner envenenado a cargo de Mario Tomé. Tres minutos más tarde, Aarón levantó a la grada con un cabezazo dentro del área tras centro de Pucho que dio en el interior del poste pero que no entró.

Con el paso de los minutos, el conjunto visitante fue adquiriendo más poso sobre el terreno de juego, disipando en parte el dominio del Cacereño. Fue en el 37 cuando Neftalí gozó de un buen disparo que a punto estuvo de sorprender al meta verde. Poco después, el Cacereño contrarrestaría con una buena triangulación que finalizó Pucho de cabeza, obligando a Fuentes a conceder un córner.

Ya en la segunda mitad, Santi Polo por parte cacereña volvió a evaluar de salida al portero visitante, también sin éxito.

Pero el Azuaga en absoluto tenía el propósito de jugar a que pasaran los minutos. Su paso hacia adelante tuvo premio con el extraordinario derechazo de Kike desde la frontal para batir a Camacho e instaurar el empate a uno en el 54.

Con el partido abierto, fue entonces cuando apareció la austicia de Elías Molina. Curtido en mil batallas, el centrocampista supo forzar un penalti de Pildo tras hacerse con un balón dividido. Una pena máxima que anotaría Kevin en el minuto 62 para hacer el segundo en su cuenta particular y el definitivo de la tarde.

El golpe moral sufrido no fue impedimento para que el Azuaga se lanzase al ataque con descaro, con una última media hora de partido en la que creó más sensación de peligro que peligro en sí.

Ya en sala de prensa, el entrenador del equipo visitante, Antonio Jesús Cobos, se refirió a la jugada del penalti como la clave que marcó el partido, mostrándose también un tanto contrariado con la actuación arbitral: «A estos partidos deberían enviar a árbitros con más experiencia y personalidad», criticó.

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