Borrar
Enrique García, presidente de CAF.
Enrique García: «Es un buen momento para que España y Latinoamérica fortalezcan relaciones»

Enrique García: «Es un buen momento para que España y Latinoamérica fortalezcan relaciones»

El presidente de CAF deja su cargo tras un periodo de 25 años que ha llevado grandes cambios tanto al continente como a la institución

Álvaro Soto

Martes, 21 de febrero 2017, 00:25

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Bromea Enrique García con que él posee un récord mundial: el de tiempo de permanencia al frente de un organismo internacional. «Por unanimidad y sin cambiar ninguna Constitución», aclara con una sonrisa. Durante 25 años, este economista boliviano ha dirigido los destinos de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, puesto en el que será sustituido por el peruano Luis Carranza, y a pocas semanas de dejar el cargo (lo hará el 31 de marzo) viaja a España para despedirse de quienes han sido sus compañeros de viaje, entre ellos, los Reyes.

Usted se convirtió en presidente ejecutivo de CAF cuando América Latina salió de su 'década perdida'. ¿Qué balance hace de este cuarto de siglo?

Cuando yo comencé había un gran entusiamo para ir avanzando en el desarrollo de América Latina, en la integración regional, en el fortalecimiento de la Comunidad Andina... Nació Mercosur y se estaba negociando el ALCA. Ese era el contexto. En los 90 hubo importantes reformas en América Latina y ya en este milenio el dinamismo de China y Asia tuvo un efecto muy fuerte en América Latina al ser nosotros sus proveedores de materias primas -cuyos precios aumentaron-, lo que nos permitió crecer a tasas superiores al 4%. Un detalle no menor es que se logró una reducción de la pobreza de forma dramática y se produjo una incorporación masiva de población a la clase media. Lo malo es que Suramérica pensó que esto era para siempre y no aprovechó el momento para incursionar en reformas mayores. El continente resistió bien la crisis de 2008, pero desde hace dos o tres años ha habido un cambio de paradigma y disminuye el crecimiento. Pero la buena noticia es que hoy América Latina no está en crisis y que estamos a tiempo de emprender políticas a largo plazo. Podemos fijarnos en Corea, que apostó por las infraestructuras o la educación, y buscar consensos para resolver los temas básicos con vista a 15 o 20 años.

CAF también ha crecido mucho en 25 años. Cuando usted llegó, financiaban proyectos por valor de 400 millones de dólares. Ahora lo hacen por valor de 12.000.

Antes éramos un banco pequeño y ahora estamos muy diversificados en áreas de mucha fuerza, y no solo en las relativas a financiación, sino también en lo que tiene que ver con buenas prácticas políticas. Facilitamos el encuentro entre gobiernos, empresarios y trabajadores y ofrecemos un sello de seriedad a actores de todo el mundo que estén dispuestos a arriesgar sus recursos.

Durante el Gobierno de Aznar, España entró en CAF.

Al comienzo de mi andadura, los presidentes iberoamericanos nos dijeron que sería bueno que Portugal y España estuvieran en CAF. Con Felipe González de presidente y mi amigo Carlos Solchaga de ministro, tuvimos las negociaciones muy avanzadas, pero hubo una crisis en España y me dijo Carlos: «En este contexto es imposible poner plata». Pasó el tiempo y, ya con Aznar, lo cerramos. Fue algo muy positivo porque fortalecer la relación con España nos ha permitido abrir una oficina en Europa que es a la vez una base para moverse por el continente o por África. Ha beneficiado a todos. Cuando se produjo la crisis del 2008 en España, me llamó el presidente (de Colombia) Santos: «¿Cómo podemos ayudar a España?», me preguntó. ¿Qué hicimos? Facilitamos operaciones por 500 millones a través del ICO y de otras instituciones. Ahora estamos colaborando con empresas españolas que están yendo a Cuba.

¿Qué papel tiene que jugar ahora España respecto a Latinoamerica?

Ha pasado la etapa de los vientos difíciles. Cuando hace dos o tres años la crisis era más virulenta, resultaba comprensible que mirar al exterior no fuera una prioridad. Me lo dijo el ministro Montoro: «Hay que arreglar la casa primero». Pero hoy que las cifras cuadran y que la economía está bien, sobre todo en comparación con el resto de la Unión Europea, es un buen momento para que el Gobierno de Rajoy fortalezca las relaciones con Latinoamérica, y existe disposición para hacerlo.

Cuba en el horizonte

¿Qué debe hacer América Latina ante la presidencia de Trump?

Debemos recordar la importancia de la integración regional, que ha estado muy fragmentada y muy olvidada. Mercosur, la Comunidad Andina y la Alianza del Pacífico deben acercarse e incorporarse a nuevos procesos de integración, y también tenemos que trabajar más con Centroamérica, y todo ello no solo con un fin romántico, sino sobre todo pragmático, para aumentar el comercio y parecernos más a otras regiones del mundo, con entes de cooperación más efectivos y competitivos, lo que además nos permitirá insertarnos como región en las cadenas globales y tener más voz en la geopolítica.

En Europa ocurre la tendencia contraria, la de los nacionalismos que buscan romper la UE...

Lo de Europa me preocupa. Veo que el 'brexit' y muchos nacionalismos que surgen en el plano político significan que el proceso exitoso de la UE está en una situación compleja, y eso es malo. Mientras América Latina lucha por integrarse, parece que la UE se disgrega, y algo que antes era normal en nuestro continente, las autocracias y el populismo, ahora llega a Europa. Hago votos para que la UE, realizando los ajustes necesarios, se consolide.

¿Qué ocurrirá en Cuba?

Creo firmemente en la integración de Cuba. Hemos avanzado mucho y espero que en un plazo corto de tiempo pueda ser miembro de CAF.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios